¡Seamos parte del cambio del sistema, no del cambio climático!

septiembre 21, 2021

EL CONSUMO Y EL CAMBIO CLIMÁTICO

Este viernes 24 de septiembre 2021 se organiza el tercer PARO GLOBAL CONTRA EL CAMBIO CLIMÁTICO, una actividad iniciada y coordinada por el movimiento Fridays for Future (Viernes por el Futuro), liderado por miles de jóvenes en todo el mundo, entre otr@s, la joven activista Greta Thunberg.

Este año el lema es “No al cambio climático, SÍ, al cambio del sistema”. Con este lema se está indicando que las causas del cambio climático están íntimamente vinculadas con nuestro estilo de vida, con nuestro sistema alimenticio y alimentario, con nuestro accionar cotidiano de “productividad, velocidad y comodidad” y con nuestro modelo económico de crecimiento y acumulación ilimitada y devastador.

Nosotr@s, tod@s l@s human@s, estamos sumergid@s y somos participantes en este sistema, este estilo de vida y este modelo… haciendo crecer sus raíces, en lugar de cortarlas y sembrar un sistema, una mentalidad, una sociedad, hábitos y un modelo diferente

Un sistema y modelo que busca restaurar y mantener el equilibrio ecológico; que promueve la diversidad; que alimenta y nutre la tierra y nuestros cuerpos con cosas saludables; que fortalece la comunidad, la colaboración y la solidaridad; y que conecta el corazón con el cuerpo y la mente, siguiendo el camino hacía la sostenibilidad social y ambiental.

Este es el modelo que tratamos de construir y seguir en Consumo Consciente. Tod@s l@s consumidores, productores, artesan@s y emprendedores en Consumo Consciente apoyan en la siembra y construcción de otro sistema y modelo, remediando el cambio climático, porque producen y consumen:

  1. Productos frescos orgánicos, agroecológicos, de permacultura, producción biodinámica y biodiversa, de agroforestería y poli-cultivación (versus agricultura convencional con uso de agroquímicos dañinos para la salud y el medio ambiente; sin asociación con bosques. otras plantas y animales; y generalmente producidos en mono-cultivación, empobreciendo suelos y biodiversidad)
  2. Productos producidos localmente, la gran mayoría de ellos, en Antigua y alrededores y cosechados o elaborados artesanalmente y frescos (versus productos importados; empacados; almacenados en contenedores y cuartos fríos; consumiendo muchísima energía y combustible, sobre todo, si vienen de lejos; y muchos de ellos se desperdician; dejando una huella ecológica muy grande)
  3. Productos que vienen a granel y sin empaques y son depositados directamente en las canastas, cajas, recipientes y/o bolsas retornables y reutilizables de l@s consumidores. Los productos que, sí, vienen empacados, vienen en recipientes retornables y reutilizables (versus múltiples empaques individuales, desechables o los falsos biodegradables o compostables, que contaminan directamente el agua, la tierra y el aire y son una amenaza para la vida y la salud de muchas especies)
  4. Productos de pequeñ@s productores, personas, grupos, emprendimientos, asociaciones y micro empresas que conocemos y confiamos y de quienes sabemos que optan por y buscan el camino menos dañino para la salud del planeta y de nosotr@s y caminan, talvez lento, pero con convicción, hacía un mundo con conciencia, igualdad, respeto, paz, dignidad, justicia y en armonía con todo elemento y ser viv@ (versus grandes empresas, industrias y corporaciones desconocidas, que optan por el camino de la acumulación, el acaparamiento, la competencia, la monopolización y la avaricia).
  5. Si l@s consumidores piden entrega a domicilio, se realiza en bicicleta (versus en vehículo motorizado, usando combustibles que emiten gases invernadero, contribuyendo directamente al cambio climático).

Nuestro consumo puede EMPEORAR o REMEDIAR el CAMBIO CLIMÁTICO. En Consumo Consciente optamos por lo segundo.

¿Y tú?